Este es un colorete cremoso que se funde con la piel. Y también un homenaje a todas aquellas personas que se ruborizan. No tiene nada de malo sentirse vulnerables. Esto es lo que pensaba Luke Nolan, fundador de Lukey Lukey y por eso decidió que, si lanzaba una marca, comenzaría con un colorete. Sería un guiño a esos momentos en los tantas veces se ruborizó.
Está elaborado en Italia en pequeños lotes. Se extiende con facilidad, con los dedos o con una brocha y deja un resultado profesional. Está enriquecido con aceite de avena para hidratar y suavizar la barrera cutánea y harina de avena para iluminar y conseguir un resultado natural. Puedes encontrarlo en varios colores: Blossom Bloom: un coral rosado que sienta bien a todas las pieles. Beret Berry: color ciruela ultrafavorecedor. Deja un rubor natural 11.11: un beige con toques rosados. Estupendo para pieles claras y para iluminar. Cosmo Flush: un rosa vibrante para quienes se atreven.