Jasmine Wicks-Stephens no es la fundadora típica de una marca de belleza. No tiene una alergia en la piel que tenga que cuidar, ni piel sensible para la que no encuentra los productos apropiados. Tampoco quiere una marca para lograr glow o enfocada a ingredientes. Esta inglesa tiene una tesis diferente.
La tesis es: nosotros tenemos buenos hábitos, pero la vida nos los sabotea. Queremos cuidarnos, pero entonces aparece el cansancio, la ansiedad, el exceso de ejercicio, el estrés, la regla y la falta de sueño y ahí la piel sufre. Tras esta teoría está Faace. Esta marca mira el problema y da una solución. No regaña, cuida.
Jasmine defiende que no todo el mundo tiene el tiempo ni las ganas de leer los ingredientes de un producto ni de ir a recibir faciales. Ella piensa que la cosmética debe ser sencilla, inteligible y dar respuesta a una preocupación. Faace nace con tres mascarillas facilísimas. Estas no son mascarillas para usar de vez en cuando. Están pensadas para usar siempre que te apetezca.
A cada mascarilla de Faace le corresponde una preocupación: Tired es para pieles cansadas y apagadas. Period es para pieles desequilibradas, para momentos de hormonas revolucionadas y, como su nombre indica, para usar durante la regla o cuando la piel sufre cambios hormonales. Sweaty es para pieles que transpiran, para las que sudan tras hacer deporte y para las grasas. Todas están elaboradas en Reino Unido y son veganas y formuladas al 100% con derivados de plantas. Menopause es para pieles alteradas por los cambios de la menopausia. No contienen plástico ni celofán y el packaging es reciclable.
Faace, además, es consciente de su privilegio y de que sus mascarillas son un producto no básico. Por eso, con cada una que vende dona un pack de productos de higiene para días de regla a mujeres desfavorecidas. Esto importa.
En exclusiva, en España, en Laconicum.