Bleu de Peau es la historia de Quentin y Jordane, dos hombres franceses que crearon los productos que a ellos les gustaría usar. Para ellos, cuidarse no era un debate. Se daba por sentado. Sí veían que los hombres a veces no sabían a qué marca recurrir. Por ello, inventaron una que tuviera los cuidados básicos y fuera fácil y agradable de utilizar.
En sus palabras, desarrollaron una marca "creada por y para hombres y que se preocupa por sus problemas. Ofrecemos productos simples y de calidad y con una dosis de simpatía".
Esto, justo, es lo que nos gustó de Bleu de Peau: tiene un encanto que no siempre es fácil de encontrar en una marca masculina, que tan en serio se toma siempre.
También nos interesó su declaración de intenciones. Sus valores son:
Simplicidad
Bleu de Peau responde a la exigencias del hombre de hoy, que no necesita los mismos cuidados que su padre. Propone una alternativa a la cosmética tradicional; sus productos son de uso simple, claro y eficaz. Sus fórmulas no tienen ingredientes superfluos. Esto nos lleva al segundo valor.
Exigencia.
Para Jordane y Quentin cuidarse es un placer y exigen a sus productos que, además de eficaces, sean gustosos y proporcionen un momento de bienestar.
Ética:
Para ellos, la calidad pasa por un desarrollo responsable. Sus productos están 100% fabricados en Francia, desde la formulación al envasado. Son reciclables y están elaborados con ingredientes naturales y, por supuesto, no testado en animales. Nunca. Jamais.
Estos dos franceses quieren que quienes compran sus productos se sientan "preocupados, valorados e importantes, ¡porque lo son!" Ellos reivindican también el papel de las mujeres en la compra de estos productos, que tienen también el poder de elegir para regalar.
Hemos probado esta marca tan, tan, tan francesa y la han probado los hombres que nos rodean. Han dado su veredicto y la han considerado digna de Laconicum. Aquí está.