¿Qué consigue? Una piel sana, hidratada en profundidad, elástica. La textura se suaviza y se uniforma. Reduce los signos del envejecimiento, incluyendo la aparición de líneas finas, arrugas e hiperpigmentación. Los productos de Augustinus Bader no rellenan, no tapan y no hacen magia. Lo que propone este investigador, que lleva 30 años estudiando las células madres y cómo la piel se cura a sí misma, es una tecnología patentada llamada Trigger Factor Complex, o TFC8®. Eso es lo que contienen sus cremas.
The Rich Cream es una crema de rostro rica y súper hidratante de uso diario. Contiene, como todas las de la marca, ese famoso complejo Trigger Factor Complex, o TFC8®, que estimula los procesos de rejuvenecimiento naturales de la piel. Empuja a la piel para que se cure y se regenere a sí misma. Es apta para pieles maduras, normales a secas. De hecho, es estupenda en climas secos. ¿Podemos llamar a esta crema una crema enorme? Podemos.