Te has fijado en esas siglas que aparecen en los frascos de perfume: EDT, EDP. No son decorativas. Significan algo. Y ese algo cambia por completo tu experiencia olfativa, tu bolsillo y cuánto tiempo tu aroma te acompañará durante el día.
No es marketing. Es química. Pero la química huele bien.
La diferencia está en la concentración (y en todo lo demás)
EDT significa Eau de Toilette. EDP significa Eau de Parfum. Ambos son fragancias, pero con personalidades distintas. La clave está en cuánta esencia aromática pura llevan disuelta en alcohol.
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Eau de Toilette |
Eau de Parfum |
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Concentración |
5-15% de esencia |
15-20% de esencia |
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Duración en piel |
2-4 horas |
6-8 horas |
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Intensidad |
Ligera, fresca |
Media-alta, envolvente |
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Precio |
Más accesible |
Inversión mayor |
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Carácter |
Versátil, sutil |
Definitorio, persistente |
Mayor concentración de esencia = más horas en tu piel = más complejo el aroma. Es matemática perfumada.
Eau de Toilette: frescura sin compromisos
El Eau de Toilette es el perfume que no grita. Susurra. Contiene entre un 5% y un 15% de esencia pura mezclada con alcohol (normalmente entre 90º y 96º). Esto lo convierte en una fragancia ligera, transparente, que se evapora con cierta rapidez.
¿Y eso es malo? Para nada. Es precisamente su gracia.
Un EDT es perfecto cuando buscas versatilidad. Quieres cambiar de aroma según tu humor, la estación o el plan del día. Te permite experimentar sin compromiso. Es el perfume del "me apetece probar algo nuevo" sin que tu cartera sangre.
Suelen dominar las notas cítricas, florales, frescas y verdes. Piensa en bergamota, limón, jazmín, té verde. Son fragancias que funcionan especialmente bien en verano, cuando el calor amplifica cualquier aroma y lo último que quieres es resultar abrumador en el metro. Por ejemplo, Sailing Day de Maison Margiela es un eau de toilette acuático que captura esa sensación de brisa marina sin abrumar.
La duración ronda las 2-4 horas. Esto significa que probablemente tengas que reaplicar si tu día es largo. Pero aquí está el truco: puedes. Llevar un EDT en el bolso y pulverizarte a media tarde es perfectamente aceptable. Es más, es parte de su filosofía.
¿Eres de Eau de Toilette si…?
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Cambias de fragancia como de humor
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Prefieres aromas sutiles que no invadan
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Te gusta la frescura y la ligereza
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Buscas un perfume para el día a día
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Disfrutas reaplicando a lo largo del día
Eau de Parfum: cuando quieres dejar huella
El Eau de Parfum no anda con medias tintas. Tiene entre un 15% y un 20% de esencia aromática, lo que lo convierte en una fragancia con presencia. Cuando entras en una habitación con un EDP bien elegido, se nota. Pero sin estridencias, si sabes aplicarlo.
Esa mayor concentración también significa que la fragancia se desarrolla en tu piel de forma más compleja. Las notas de salida (las primeras que percibes) dan paso a las notas de corazón (el cuerpo del perfume) y finalmente a las notas de fondo (lo que permanece). Es una experiencia olfativa en tres actos.
La duración es su punto fuerte: entre 6 y 8 horas, a veces más si tu piel es de las que "agarran" bien el perfume. Te aplicas por la mañana y llegas a la cena todavía perfumada. Es el perfume del "me pongo y me olvido".
Los EDPs suelen construirse con notas más densas, más cálidas. Aquí entran en juego las maderas, las especias, los ámbar, las flores blancas potentes como el jazmín sambac o el ylang-ylang. Son fragancias que mejoran con el frío, que se abrazan a tu piel cuando bajan las temperaturas. Shifumi de Maison Matine es un buen ejemplo: un eau de parfum con 20% de concentración que combina cítricos con magnolia y nota amaderada de fondo.
El precio es más elevado, sí. Pero estás comprando concentración. Necesitas menos cantidad para el mismo efecto. Un frasco dura más de lo que imaginas.
¿Eres de Eau de Parfum si...?
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Buscas un aroma con personalidad definida
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Quieres que tu fragancia dure toda la jornada
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Prefieres invertir en menos frascos pero de calidad
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Te gusta que tu perfume sea parte de tu firma personal
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Aprecias la complejidad olfativa
¿Cuál elegir? Tres preguntas clave
1. ¿Buscas frescura o intensidad?
Si quieres algo ligero, casi transparente, que te acompañe sin hacerse presente constantemente: Eau de Toilette. When The Rain Stops de Maison Margiela captura ese equilibrio perfecto: frescura acuática con rosa, sin pesar. Si buscas un aroma que evolucione, que tenga capas, que se note: Eau de Parfum. Virēre de Aesop es un eau de parfum verde y amaderado que va cambiando en tu piel a lo largo del día.
2. ¿Día a día o momentos especiales?
Para la oficina, el gimnasio, el café de la mañana: Eau de Toilette. Puro Lino de Officina delle Essenze en versión EDT huele a ropa limpia y es perfecto para el día a día. Para la cena, el teatro, esa reunión importante: Eau de Parfum. Un jour sans fin de Maison Matine es un EDP gourmand y floral que no pasa desapercibido. Aunque, sinceramente, las reglas están para saltárselas. Si quieres llevar un EDP potente a la piscina, adelante. Tu fragancia, tus normas.
3. ¿Prefieres variedad o fidelidad?
Si eres de las que tienen una colección de perfumes y te gusta rotar: los EDTs te permiten tener más frascos sin arruinarte. La colección Replica de Maison Margiela ofrece varios eau de toilette como On A Date (chipre afrutada) o Lazy Sunday Morning (floral almizclada) para que puedas cambiar según el día. Si prefieres encontrar "tu perfume" y serle fiel: invierte en un buen EDP. Marrakech Intense de Aesop es de esos perfumes que se convierten en tu firma olfativa. Será tu segunda piel.
La verdad es que no hay elección incorrecta. Solo elecciones más o menos alineadas con tu forma de vivir el perfume. En Laconicum encontrarás tanto EDTs como EDPs de marcas que entienden que la perfumería va de exploración, de curiosidad, de encontrar ese aroma que te define o ese otro que te sorprende. De hecho, algunas fragancias como Puro Talco están disponibles en ambas concentraciones: puedes elegir entre el eau de parfum si buscas más intensidad o el eau de toilette para una versión más ligera del mismo aroma.
Al final, la mejor fragancia es la que te hace sentir bien. Ya sea un Eau de Toilette que cambias cada semana o un Eau de Parfum que se convierte en tu firma olfativa durante años.
Las siglas importan. Pero lo que realmente importa es lo que sientes cuando lo hueles.
Por: Anabel Vázquez
co-fundadora de Laconicum
