El pelo lo es todo, escuchamos en Fleabag. Siempre lo habíamos pensado, pero tuvo que llegar la serie para convencer a nivel planetario de que es responsable de parte de nuestra seguridad y la autoestima. Hasta se hicieron camisetas con esta frase.
Todos sabemos lo que es un Good Hair Day y un Bad Hair Day y sabemos cuál preferimos. Te contamos los pasos que puedes seguir si quieres cuidar (bien) tu cabello:

1) El prelavado: empieza la magia
Todos los expertos se ponen de acuerdo: este momento es fundamental. Antes de lavar el cabello te recomendamos cepillarlo en seco. Con ese gesto masajeas el cuero cabelludo, desenredas y eliminas suciedad. Además, en ese momento el pelo está fuerte y resistente. Tardarás un par de minutos.
Además de cepillarlo, puedes añadir un cuidado más una vez a la semana. Es el momento de exfoliarlo, de aplicar un producto para la sensibilidad del cuero cabelludo o, incluso un aceite que le añada nutriciónn antes de lavar. Como afirma el peluquero súperstar inglés, Larry King: "una buena rutina comienza, literalmente, por la raíz. El primer producto que uses debe eliminar lo acumulado, la grasa y la polución". Él recomienda usar un cepillo exfoliante. Y nosotros, también.
2) Lavar bien el cabello: Higiene del cabello
Según Sam McKnight, el archiconocido peluquero: "en lugar de lavar el cabello con piloto automático, invierte un poco de tiempo en tu ritual de limpieza , que es justo el que necesitas para ese extra de salud, brillo y fortaleza".
Llevamos realizando este gesto décadas y hemos aprendido hace poco como realizarlo bien. Lavar el pelo no es lavar: es limpiar, cuidar y garantizar su salud.
Te damos algunos trucos:
- Hay un error común: usar demasiado producto. Con una sola nuez suele ser suficiente.
- Lava el pelo cuando lo consideres: hacerlo todos los días no es perjudicial y, mucho menos, con champús formulados con cuidado como los que encuentras en Laconicum. Nadie mejor que tú para conocer la frecuencia: la más común suele ser 2-3 veces por semana.
- Elige el champú indicado para la personalidad y la necesidad de tu cabello. ¿Lo tienes rizado, muy seco, teñido, blanco, fino, sin volumen? O quizás lo tienes normal y sano. Afortunada tú. Hay un champú para cada cabello.
- No apliques el champú sobre el cabello. Hazlo sobre las manos y emulsiónalo sobre el cabello mojado. Hazlo sobre el cuero cabelludo, no en las puntas e introduce bien los dedos.
- El masaje es fundamental: dedícale tiempo para que la circulación se active, para que el producto se distribuya y la limpieza se realice en profundidad.
- Puedes enjuagar o, si tienes el cabello muy sucio, repetir la operación.
- Enjuaga con mucho cuidado. Si quedan restos de champú el lavado no habrá servido de mucho. No retuerzas el cabello: nunca está más frágil que cuando está mojado.
- Ahora nos vas a preguntar. ¿Qué temperatura debe tener el agua? Templada. Y sí, debes rematar con agua fría incluso en invierno. El pelo ganará en brillo. Y tú te despertarás si aún andas dormida.
MI TRUCO: "Si tienes el cabello muy largo, como es mi caso, lávalo cabeza abajo. Verás la diferencia.
3) Nutre el cabello:
Este paso es esencial hasta para cabellos finos y esos que piensan que con un champú es suficiente para andar por el mundo. Es aquí cuando el cabello se fortalece, gana en brillo y en elasticidad. La nutrición la proporcionan los acondicionadores y mascarillas; sí, eso que siempre huele tan bien y deja el pelo tan acariciable.
Estas son algunas de las dudas comunes:
¿Debo usar acondicionador siempre?
Es muy recomendable porque fortalece el cabello y las puntas; se te romperán menos. Elige uno ligero o que no necesite aclarado si tienes el cabello fino. Además, huelen tan bien…
¿Cuánto tiempo debo dejar la mascarilla?
Más que el acondicionador: la molécula es diferente y necesita ese tiempo para penetrar. Obedece las instrucciones del producto: no seas rebelde ni impaciente.
Truco: Los cabellos muy muy secos pueden aplicarlo en todo el cabello, no solo en medios y puntas. El resultado es mucho mejor.

4) Trucos para un cepillado perfecto:
El cabello nunca está más frágil que cuando está húmedo, así que tratémosle con cariño. Seca con suavidad con una toalla: no frotes, presiona mejor con suavidad. A ser posible, evita el secador y, si no puedes renunciar a él porque tu melena es ingobernable, aplica un protector. Imagina secar tu piel, pues así se siente el pobre cuero cabelludo cuando le aplicas calor potente sin compasión.
5) Tips y tratamientos para cuidar tu cabello:
Este es el momento de la cosmética más espectacular para el cabello: aquí aplicamos cremas de peinado, aceites y otros cosméticos que nos van a permitir darles el brillo adecuado, dominar el encrespamiento y rematarlo. Elige la textura que más te guste y mejor te siente: pueden ser unas gotas de aceite o un poco de crema de acabado. O, quizás, una bruma para dar volumen o una laca contemporánea para que el peinado permanezca horas. Es el momento en el que el cabello queda listo para la vida social.
Es el momento de darte un truco Laconicum, gentileza de María, una de sus fundadoras: "puedes usar el champú seco para darle volumen".
¿Preparada para que todos los días sean Good Hair Days?
Otros cuidados imprescindibles para tu salud capilar:
- No te recojas el pelo para dormir. Deja que el cuero cabelludo descanse.
- No abuses de peinados muy tirantes. Hemos abusado del Clean Look por encima de nuestras posibilidades. Este es el año del Messy Look.
- "Si quieres volumen, deja secar el cabello al aire", afirma Sam McKnight.
- Si el tuyo es muy seco, aplica una cura: deja actuar toda la noche un aceite y lávalo por la mañana
- Aplica perfume de cabello: al moverlo dejarás una estela fa-bu-lo-sa.
Por:
Anabel Vázquez
co-fundadora de Laconicum









