Este es el Cuaderno Laconicum. Es un puñado de hojas que esperan ser escritas, usadas, dibujadas, ensuciadas y, por supuesto, acabadas.
El papel está vivo y sano. Lo que se escribe a mano se recuerda.
Comienza ahora mismo tu Cuaderno Laconicum. Estas sesenta hojas te necesitan tanto como tú a ellas.