Podríamos decir que lo primero que nos sedujo de esta marca fueron sus aromas, pero no; fue el diseño de los frascos que contienen esos aromas. Vayamos con la verdad por delante. Ese diseño, como todo buen diseño, tiene mucho que ver con el líquido que contiene. Estamos ante una marca perfumista francesa que quiere agitar los códigos de la perfumería de-toda-la-vida. Su subtítulo también nos da pistas. Maison Matine habla de la vocación de trascender el estilo tradicional parisino.
Maison Matine huye de la opulencia y la distinción de géneros de las casas tradicionales. Esto se aprecia en el packaging, inconfundible y hasta en los nombres de sus perfumes. ¿Quién no querría usar uno llamado Lost in Translation? Esta casa utiliza tres adjetivos para definirse: Gráfico: porque su personalidad no solo se huele, sino que se ve, responsable: porque todas las acciones que la mueven los son y generosa:Ofrece fragancias de calidad a un precio más asequible que la media. Bienvenidos a una perfumería elevada y relajada.