Un bálsamo siempre es... balsámico. Su función es curar, aliviar, reparar. Eso es lo que busca este producto que llega desde Dinamarca. Que no te engañe su tamaño, es intenso y está formulado para labios agrietados, descamados o secos, pequeñas heridas, cicatrices, cutículas y áreas de piel irritada o reseca como los codos.
Deja una gran sensación de hidratación, deja un labio bonito y tiene un ligero sabor a menta. Está bien pensado: contiene multipéptidos y ceramidas, que favorecen la reparación natural, aceites orgánicos de granada, jojoba, aguacate y almendra, que la nutren, scualano y ginseng, que hidratan y manteca de karité con vitaminas naturales E, D y A que logran que esa hidratación dure. Eso nos importa, no se trata de aliviar de manera inmediata, sino de curar de verdad. Y de favorecer. Cómo no.
Un truco: Si tienes los labios muy secos aplica una capa gruesa sobre ellos y déjalo actuar toda la noche. Nos gustan los trucos.