Aquí estamos para convertir lo ordinario en extraordinario. Lavarse las manos es un gesto que hacemos de manera automática: no seamos automáticos. Elijamos un jabón interesante, como este de la firma neoyorquina Malin+Goetz y coloquémoslo en el lavabo o la cocina. Nos gustará mirarlo. Además, querremos usarlo sin parar, porque no solo limpia, también exfolia de manera delicada. Olamos su aroma a eucalipto. No automaticemos los pequeños placeres.
Unas manos exfoliadas son más suaves y menos mates. Eucalyptus hand and body scrub cuida las manos y el cuerpo con el mismo cuidado que el rostro, porque contiene ácido láctico y mandélico, piedra pómez, niacinamida, filtrado de fermento de arroz y eucalipto y clorofila que le dan ese aroma adictivo que tanto nos gusta y tanto te gustará.