Esta es la crema de manos con más pasado de todas las que tenemos. La Alantoíne se creó en 1970 por Benamôr, una marca muy querida en Portugal. Benamôr nació en los años 20 y entre sus admiradores estaba la mismísima reina de Portugal, Amelia. Ella concedió a Benamôr el título de "Proveedor Real".
Esta es la crema de manos con más pasado de todas las que tenemos. La Alantoíne se creó en 1970 por Benamôr, una marca muy querida en Portugal. Benamôr nació en los años 20 y entre sus admiradores estaba la mismísima reina de Portugal, Amelia. Ella concedió a Benamôr el título de "Proveedor Real".
Esta crema de manos es más un fetiche que un cosmético; ha estado en mesas, baños, bolsillos, bolsos y cajones de casas portuguesas durante décadas. Ha aguantado el paso de los años no sólo por su aire Art Déco, siempre sugestivo, sino porque es un buen producto. La crema de manos Alantoíne es hidratante, antiséptica y protectora. Se absorbe de maravilla y deja las manos extremadamente suaves. La fórmula logra que la mano quede protegida y es un buen producto contra manchitas. El aroma a limón, además, es adictivo.
La Alantoíne es un icono de la cosmética portuguesa. También puede que sea el producto de Laconicum con más años de vida. Un respeto para esta crema de manos.
Para nosotros, la sostenibilidad es querer hacerlo bien. Así, en general. Querer ser respetuosos con el entorno, con la comunidad en la que vivimos y entre nosotros. Es un camino largo, costoso y también irrenunciable.
Para nosotros, la sostenibilidad es querer hacerlo bien. Así, en general. Querer ser respetuosos con el entorno, con la comunidad en la que vivimos y entre nosotros. Es un camino largo, costoso y también irrenunciable.