¿Te acuerdas de la sensación chispeante de los Peta-Zetas? Esas piedritas de azúcar que saltaban en la boca. Pues las Crackling Bath Salts crepitan así. Son unas sales de baño que se disuelven con unos pequeños crujidos tiñendo el agua de azul. La diversión es un gran objetivo, pero hay más: estas sales hidratan gracias a la vitamina E y el...
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¿Te acuerdas de la sensación chispeante de los Peta-Zetas? Esas piedritas de azúcar que saltaban en la boca. Pues las Crackling Bath Salts crepitan así. Son unas sales de baño que se disuelven con unos pequeños crujidos tiñendo el agua de azul. La diversión es un gran objetivo, pero hay más: estas sales hidratan gracias a la vitamina E y el aceite de almendras dulces, calman con manzanilla y tienen una fragancia dulce de frutos rojos. La fórmula es vegana y está enriquecida con aceite de girasol y de almendra dulce.
Un truco, haz que la diversión dure más agitando el agua para que sigan crujiendo. Y no te preocupes, el azul no tiñe ni la piel ni la bañera.
El packaging está codiseñado con OMY Design & Play. Es reciclable e impreso con tintes vegetales.
A ver quién quiere ahora una aburridas sales que ni crepitan, ni tiñen, ni huelen, ni te dan ganas de comprar Peta-Zetas.
Nos gusta por:
- Son divertidas y cuida la piel.
- Es una marca segura y encantadora.
- Es un regalo estupendo e imprevisible.
*Se recomienda su uso a partir de 3 años.