Tengo 44 años y la piel normal. Soy afortunada, no tengo grandes problemas ni necesidades. Mi piel no es seca ni grasa, es… normal. Sé que mi rutina funciona porque me suelen decir: “qué bien tienes la piel”.
Me gustan las texturas ligeras y que los productos huelan bien. También que el efecto se aprecie rápido: aunque me encanta probar cosmética nueva, no tengo paciencia para liturgias de 10 pasos.