No todo el mundo puede decir que usa la misma cosmética que una reina. La Rose Amélie de Benamôr rinde homenaje a la admiradora más ilustre, la reina Amelia de Portugal, princesa de Francia. Ella fue clienta de la marca desde 1935.
Esta crema de manos le rinde homenaje. La fragancia es embriagadora: huele a rosas e impregna la piel. La fórmula...
Seguir leyendo →
No todo el mundo puede decir que usa la misma cosmética que una reina. La Rose Amélie de Benamôr rinde homenaje a la admiradora más ilustre, la reina Amelia de Portugal, princesa de Francia. Ella fue clienta de la marca desde 1935.
Esta crema de manos le rinde homenaje. La fragancia es embriagadora: huele a rosas e impregna la piel. La fórmula incluye aceite de argán, que ayuda a la nutrición.
Las cremas de manos de Benamôr son más un fetiche que un cosmético. Benamôr esuna marca muy unida a la cultura de Portugal. Esta crema de manos ha aguantado el paso de los años no sólo por su aire Art Déco, siempre tan atractivo, sino porque es una buena crema de manos. Esto lo pensaba la reina y lo pensamos también nosotros. Ambas opiniones son igual de importantes.
Estupenda crema de manos. Es una marca que ya usaba mi madre. La tengo siempre cerca ya que es muy cómoda para transportar. El diseño es genial con su aspecto retro. Aroma delicado... ver másy sobre todo lo más importante, no hay sensación grasa después la aplicación. ¡ Manos suaves ! ver menos
Maravillosa crema, por los comentarios me decidí a comprarla y estoy encantada deja las manos muy muy hidratadas y el olor es fantástico. No puede ser más cuqui. Me ha gustado tant... ver máso que decidí regalar a una amiga la cajita con las tres cremas y ha sido un acierto esta encantada con ellas. ver menos
Para nosotros, la sostenibilidad es querer hacerlo bien. Así, en general. Querer ser respetuosos con el entorno, con la comunidad en la que vivimos y entre nosotros. Es un camino largo, costoso y también irrenunciable.
Para nosotros, la sostenibilidad es querer hacerlo bien. Así, en general. Querer ser respetuosos con el entorno, con la comunidad en la que vivimos y entre nosotros. Es un camino largo, costoso y también irrenunciable.