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135,00 €
Glow. La palabra mágica. Esta es una de las palabras que definen la cosmética contemporánea. El glow es ese brillo que todos tenemos dentro, que tuvo nuestra piel cuando éramos jóvenes (aún más) y que queremos recuperar. Es el resplandor, la luminosidad. El glow es salud, es sexy y es eso que la cosmética se obsesiona con lograr.
Este producto lleva la palabra en el nombre: Alpine Rose Glow. Es una crema que pertenece a la línea The Cult Creams de Skin Design.Es una hidratante de uso diario formulada para proteger y reparar las pieles secas y deshidratadas, pigmentadas o con pérdida de elasticidad.
En la cosmética ocurre como en la cocina: si tienes buena materia prima tienes medio camino recorrido. Esto lo tiene muy claro Fatma Shaheen, la fundadora de Skin Design. Los productos de esta casa cosmética son buenos, en parte a que sus componentes lo son: combina activos ultra avanzados con productos botánicos calmantes.
La Alpine Rose Glow contiene rosa alpina de los Alpes Suizos, que protege contra la oxidación de la piel. Esta rosa se fusiona además con ingredientes activos como el ácido ferúlico, un súper antioxidante vegetal que neutraliza los radicales libres dañinos para la piel, y el Fosfato de Ascorbilo de Magnesio, la forma más ligera y estable en agua de la vitamina C, una ayuda extra para combatir la pigmentación de la piel.
Por último, la L-Arginina activa la producción de proteínas, acelera la cicatrización de las heridas y previene el deterioro de los tejidos.
Todo esto no nos interesaría si esta no fuera una crema agradable y con una aroma a rosa espectacular. Una de los puntos a favor de esta marca son sus texturas. La de esta crema es rica, sensual. Estos productos quieres usarlos una y otra vez. Y eso es lo mejor que puedes decir a una crema.
En pocas palabras: textura: rica / Aroma: rosa / SPF: no / Edad: desde 35 años.
Combina con: cualquiera de los sérums de la marca dependiendo de si quieres potenciar la firmeza, la hidratación o la luz.
50 ml.
En la península (España y Portugal). Has leído bien. Siempre, sin importe mínimo.