Esker
Shannon Davenport quiere que convirtamos nuestros cuartos de baño en un santuario. Para ello, creó en 2018 Esker. Esta antigua consultora de tendencias quería una marca honesta, con productos limpios y seguros que nutrieran el cuerpo y elevaran la manera de cuidarlo. Esto último era clave. No se trataba solo de qué aplicarnos sobre la piel, sino de cómo sería el momento de hacerlo.
Para ello decidió centrarse en los productos de cuerpo; quería hacerlo muy bien. Con ellos, Esker propone que nos tomemos una pausa en el día y nos centremos en cuidarnos. No se trata de dedicarnos mucho tiempo (muchas veces no lo tenemos, ojalá) sino de usar el producto con consciencia y cierta lentitud, regodeándonos en los aromas, en las sensaciones. Esker quiere que transformemos rutinas en rituales.
Esta marca norteamericana tiene como protagonistas a los activos botánicos naturales que son los responsables de restaurar y cuidar la piel. Sus aceites son claves para la marca, y también las "herramientas" para aplicarlos mejor y masajear el cuerpo. Shannon prioriza los aceites como el de escualano o jojoba, que se absorben bien sobre otros más grasos.
Esker, además, quiere ser transparente. Se compromete a usar productos y procesos no solo no dañinos, sino beneficiosos para el cuerpo, el planeta y las personas que ayudan a elaborar sus productos. Esto es importante también para nosotros. Es una marca vegana. Antes de llegar a España podía encontrarse en tiendas como Goop o Anthropologie.
Esta marca nacida en Los Angeles y establecida ahora en Austin, promueve la cosmética limpia, consciente y lenta.
Shannon piensa que cuidar el cuerpo no sólo es bueno para la piel sino también para el ánimo. Nosotros también.
* A la venta, en exclusiva en España, en Laconicum.